Recomendaciones
Después de analizar el fenómeno de la Centralización en el Perú desde todas las aristas posibles, ahora nos toca a nosotros plantear recomendaciones que ayuden a combatir este problema. Para solucionar un problema, no basta con identificarlo y denunciarlo, sino en buscar alternativas que hayan ignoradas o abandonadas por los agentes responsables (el estado peruano, en este caso). Y en función a estas, hallar la solución. A continuación, el equipo de Todos somos peruanos, expondrá dichas alternativas:
Recomendación 1:
La ineficacia de los gobiernos regionales es un factor clave que ha determinado el truncamiento de proyectos de desarrollo económico y social a largo plazo en el Perú. Por lo tanto, es importante promover soluciones que regulen y optimicen su administración. Solo así, con el tiempo, los problemas históricos como la corrupción y las inversiones fallidas se verán reducidos de sobremanera.
Partiendo de esta premisa, el Ministerio de Economía y Finanzas, en colaboración con la Corporación Andina de Fomento (CAF) está organizando cuatro talleres para funcionarios públicos y especialistas técnicos de los gobiernos regionales, denominados como La administración financiera del sector público. Dichos talleres son de carácter "macroregional", pues se enfocan en brindar asesoría técnica y capacitación a los directivos, con el propósito de generar una administración más transparente y eficaz. El primer taller se desarrolló durante los días 25 y 26 de abril del presente año, 2019. Este contó con la asistencia de los representantes regionales de Piura, Tumbes, Cajamarca, Lambayeque y La Libertad. Además, el evento fue conducido por la viceministra de Economía, Betty Sotelo, quien declaró para el portal Andina: "Con estos talleres, se espera reducir plazos y tramitología que permitan a los gobiernos regionales, llevar a cabo inversiones más eficientes".
Consideramos que este proyecto es una buena iniciativa para realizar un seguimiento continuo del desempeño de las finanzas regionales. Pues no es descabellado pensar que una vigilancia constante, ayudaría a controlar la corrupción, y el registro de cuentas no justificadas, además de brindar una suerte de tutela a los flamantes funcionarios en materia de administración pública. Recordemos que con la reciente puesta en vigencia de la ley de abolición de la reelección continua para cargos municipales y regionales, se ha renovado enteramente la planilla en dichas jurisdicciones. Por otro lado, no nos arriesgamos a afirmar que estos talleres son el inicio de un jaque certero a la impunidad y la corrupción en el sector público regional. Para ver los resultados palpables de este proyecto, deberían transcurrir no pocos años. A su vez, el paso del tiempo debería estar acompañado por un reforzamiento de las instituciones judiciales en provincias, por ejemplo, parámetros más rigurosos en la elección de jueces y fiscales.
En líneas generales, la definición más adecuada para este proyecto sería: un paso discreto, aunque perceptible, en el entendimiento y la cooperación entre el Poder Ejecutivo y los nuevos gobiernos regionales. Por lo tanto, una iniciativa a tomar en cuenta, en la ardua lucha del Perú por lograr la descentralización del poder político y la independencia de las finanzas regionales.
Arriba: La viceministra de Economía y Finanzas, Betty Sotelo preside el taller de capacitación para funcionarios y técnicos regionales "La administración financiera del sector público". A pesar del carácter discreto del evento, es una iniciativa importante de la administración Vizcarra que busca contener la corrupción en los nuevos gobiernos regionales del periodo (2019-2023). Y en consecuencia, un proyecto que busca combatir en el largo plazo, la centralización del Perú. Imagen: Portal Andina.
Recomendación 2:
Arriba: El Ministerio de Economía y Finanzas planea una serie de reformas y proyectos económicos en las diferentes regiones del Perú con el objetivo de obtener un crecimiento financiero en la capital y provincias del país. Imagen: RPP..
La concentración económica en el espacio y la centralización estatal son expresiones del crecimiento económico desequilibrado, condicionado por tres factores: En primer lugar, El territorio, su geografía y sus recursos naturales como tierras, agua, minerales, bosques. Fueron y son condicionantes para el asentamiento de la sociedad en determinadas ciudades, para la producción basada en determinado recurso natural; por ello, la generación de alquileres diferenciales que organizan económicamente el espacio. Pero al mismo tiempo limitan el crecimiento, por ejemplo las ciudades no pueden crecer ilimitadamente si no tienen abastecimiento de agua. Por otro lado, la organización y patrón de progreso económico que ha dependido de la disponibilidad de recursos naturales, del plano internacional, de la inversión, de la demanda interna y externa. El modelo primario-exportador semi industrial (PESID) organizó la economía espacial peruana después de la segunda guerra mundial, generando un centro en Lima sobre la base de la industria y servicios y una periferia generadora de divisas, débilmente articulada.
La combinación de estos factores ha provocado un país con características considerando las reformas que se proponen: Por un lado, La existencia de un sistema centro-periferia, con relativa comunicación entre el centro y las regiones, y muy poca articulación entre las regiones de la periferia. La existencia de regiones económicas cuyo ámbito no coincide con las demarcaciones geopolíticas. La existencia de regiones de diferente tipo dependiendo del grado de desarrollo de los mercados en el espacio. Las regiones de la sierra, por ejemplo, tienen muy débiles mercados de factores, de trabajo y financiero, lo que ocasiona que el grado de ingreso económico sea bastante bajo, razón por la cual el crecimiento de Lima o de otras regiones no tiene efectos multiplicadores importantes en las otras regiones. En este sentido, el principal problema de la centralización no es precisamente el tamaño de Lima, sino más bien la relativa desarticulación económica entre localidades, ciudades y departamentos.
En resumen, el problema del modelo económico es que ha causado una concentración económica, con débiles reformas económicas; es decir, no hay un mercado nacional organizado, sino una serie de mercados locales o regionales débil y parcialmente integrados, debido a la baja división del trabajo y las bajas productividades, lo que genera una desigualdad de productividades, ingresos, oportunidades de empleo y acceso al capital, y en el conjunto un divergencia económica y social. Obviamente, sobre estas bases la insatisfacción y la tensión social en aquellos lugares con menores oportunidades es una realidad que es necesario enfrentar.
Recomendación 3:
La centralización genera desigualdad y atraso en el desarrollo de las regiones porque las decisiones sobre la actividad, producción económica y financiera se realizan en la capital, que a su vez, se reflejan en la concentración del PBI y del poder político. Además, de la inequidad en la distribución y creación de riqueza.
Una de las posibles soluciones a este problema, sería el desarrollo convergente entre las regiones y provincias del Perú, propuesta por varios especialistas y organizaciones privadas. El economista, Efraín Gonzales de Olearte, explica que se necesitaría una estrategia: la descentralización productiva, para llevar a cabo este plan de desarrollo económico. En el cual, se busca reducir la aglomeración de Lima en los aspectos políticos y económicos. Por ello, es fundamental que las inversiones privadas se distribuyan fuera de Lima para contrarrestar este problema y la inversión pública debe ser la encargada de ayudar a fomentarlas en los sectores de industria, agricultura y servicios.
En conclusión, la aplicación de esta estretegia en la economía peruana permite la apertura e igualdad de competitividad de los mercados regionales.